En el futbol argentino no todo son goles y jugadas espectaculares. También existen historias que roban sonrisas y conquistan corazones. Una de ellas es la de El Porquería, un perro que ha convertido su afición por Atlético Tucumán en una tradición inquebrantable. Desde que pisó por primera vez el Estadio Monumental José Fierro, no ha faltado a ningún partido.
Su nombre peculiar ya despierta curiosidad, pero lo que realmente enamora es su fidelidad. Siempre va acompañado de su dueño, Pablo Vázquez, quien cuenta que todo comenzó casi por accidente. “Fue una vez y hasta el día de hoy nunca dejó de ir”, relata con orgullo. Desde entonces, el canino es parte de la hinchada, saludando a todos y posando para las fotos como si fuera una estrella más del equipo.
Además, su presencia no pasa desapercibida. Los niños se acercan a jugar con él, los adultos le acarician la cabeza y hasta los encargados de la seguridad lo reconocen. “Es muy cariñoso y juguetón. Lo aman en la cancha”, afirma uno de ellos. La conexión con la afición es tan fuerte que verlo en las gradas se ha vuelto una señal de que el partido está por comenzar.
La Historia Detrás De Su Fama
Con el paso del tiempo, El Porquería dejó de ser solo un perro en las gradas. Se convirtió en un símbolo viviente del amor por Atlético Tucumán. A pedido de los hinchas, Pablo decidió abrirle una cuenta de Instagram: @el_porqueriadkno. Hoy, más de 11 mil personas siguen sus aventuras futboleras. Allí aparecen fotos y videos del perro en las previas, en la tribuna y luciendo orgulloso la camiseta celeste y blanca.
Su momento de mayor viralidad llegó el pasado 9 de agosto de 2025, durante el partido contra Rosario Central. Un video lo mostró recorriendo la grada con paso tranquilo, recibiendo caricias y sonrisas en cada esquina. La imagen de este perro entre la multitud se compartió miles de veces, confirmando que ya no es solo una mascota, sino una parte de la cultura del club.
La comunidad digital lo ha adoptado como un ícono. Los comentarios en sus publicaciones están llenos de mensajes de cariño, bromas futboleras y anécdotas de quienes lo han visto en vivo. Incluso hay quienes viajan desde otras provincias con la esperanza de encontrarse con él en el estadio.
Atlético Tucumán Y Su Identidad Celeste
La historia de El Porquería también se conecta con la identidad centenaria de Atlético Tucumán. El club nació el 27 de septiembre de 1902 y, desde sus primeros días, adoptó colores y símbolos que lo diferencian de todos. Menos de un año después de su fundación, el equipo disputó su primer partido luciendo una camiseta blanca con bastones verticales celestes. Este diseño, inspirado en el Día de la Independencia, fue pionero en Argentina, incluso antes que la selección nacional adoptara esos colores.
Esa tradición visual y emocional es parte de lo que el perro transmite. Con su camiseta y su presencia constante, refleja el orgullo y la historia de un club que vive gracias a la pasión de su gente. Verlo en la tribuna es ver un pedazo vivo de esa identidad.
Por eso, no sorprende que El Porquería sea considerado por muchos como un amuleto. Su asistencia ininterrumpida a los partidos es vista como una muestra de compromiso, algo que incluso algunos hinchas humanos no logran mantener.
¿Por Qué Las Historias Así Conectan?
Casos como el de El Porquería funcionan como un recordatorio de que el futbol va más allá del resultado de un marcador. Es un espacio donde la convivencia, la amistad y la tradición se entrelazan. Las mascotas, como los hinchas, pueden sentir la energía de un partido y convertirse en parte de la experiencia.
Además, en una época en la que las redes sociales capturan y amplifican todo, personajes así encuentran un lugar privilegiado. Lo que antes quedaba como una anécdota local ahora puede recorrer el mundo en minutos. Y eso es justamente lo que pasó con este simpático perro: de ser un espectador fiel pasó a ser una celebridad digital.